
La ciencia de la longevidad ha avanzado significativamente en las últimas décadas, con creciente evidencia que señala a los telómeros no solo como marcadores del envejecimiento, sino también como participantes activos en el propio proceso de envejecimiento. Los telómeros, las capas protectoras en los extremos de los cromosomas, se acortan con cada división celular, lo que eventualmente conduce a la senescencia celular o apoptosis. El trabajo del Dr. Michael Fossel ha enfatizado el papel fundamental que desempeñan los telómeros en el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la edad, sugiriendo que su mantenimiento podría ser clave para prolongar la vida y la salud. Complementariamente, estudios pioneros del Dr. Shai Efrati han demostrado que la terapia de oxígeno hiperbárico (TOHB) puede alargar los telómeros hasta en un 38%, lo que abre nuevas vías para intervenciones de longevidad.
Los telómeros actúan como un reloj biológico, determinando la capacidad replicativa de las células. A medida que se acortan, las células pierden su capacidad de dividirse y mantener la integridad tisular, lo que contribuye a la aparición de enfermedades relacionadas con la edad, como enfermedades cardiovasculares, neurodegeneración y disfunción metabólica. La investigación de Fossel subraya el potencial de la elongación de los telómeros no solo como marcador de rejuvenecimiento, sino también como mecanismo para retrasar o revertir el envejecimiento.
La TOHB consiste en respirar oxígeno puro en un entorno presurizado, lo que aumenta significativamente los niveles de oxígeno en el cuerpo. Esta oxigenación mejorada tiene beneficios bien documentados, como la reparación tisular, una mejor función mitocondrial y la reducción de la inflamación. El estudio del Dr. Shai Efrati de 2020 en la revista Aging proporcionó evidencia contundente de que la TOHB puede alargar los telómeros. En el estudio, los participantes se sometieron a 60 sesiones diarias de TOHB durante tres meses. Los resultados revelaron un aumento del 20 % al 38 % en la longitud de los telómeros en las células mononucleares de sangre periférica (CMSP) y una reducción de hasta un 37 % en las células senescentes. Este fue el primer estudio que demostró que una intervención no farmacológica puede revertir dos características clave del envejecimiento: el acortamiento de los telómeros y la senescencia celular.
Los efectos de HBOT sobre los telómeros y el envejecimiento se atribuyen a varios mecanismos interrelacionados:
Suministro mejorado de oxígeno : HBOT aumenta significativamente la solubilidad del oxígeno en el plasma, mejorando la oxigenación de los tejidos hipóxicos y promoviendo la reparación celular.
Reducción del estrés oxidativo : si bien el estrés oxidativo agudo provocado por la HBOT estimula los mecanismos de reparación, también regula positivamente las defensas antioxidantes, lo que crea una reducción neta del daño oxidativo.
Estimulación de la reparación del ADN : el aumento de la disponibilidad de oxígeno activa los genes implicados en las vías de reparación del ADN, incluidos los que regulan el mantenimiento de los telómeros.
Reducción de la senescencia celular : la capacidad de HBOT para reducir la carga de células senescentes es fundamental para mantener la homeostasis tisular y promover la capacidad regenerativa.
Angiogénesis y biogénesis mitocondrial : la HBOT estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos y mejora la función mitocondrial, ambos cruciales para mantener la salud celular y sistémica durante el envejecimiento.