
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo complejo que se caracteriza por síntomas motores como temblores, rigidez y bradicinesia, así como problemas no motores como deterioro cognitivo, alteraciones del estado de ánimo e interrupciones del sueño. Si bien los tratamientos convencionales se centran principalmente en el control de los síntomas, terapias emergentes como la terapia de luz roja (RLT) y la terapia de oxígeno hiperbárico (HBOT) están cobrando relevancia por su potencial para abordar los mecanismos subyacentes de la enfermedad. La combinación de estas terapias —una práctica conocida como apilamiento— ofrece un enfoque sinérgico que puede potenciar sus beneficios individuales.
La RLT, también conocida como fotobiomodulación, implica el uso de luz roja e infrarroja cercana de baja intensidad para estimular la función celular. Al penetrar en los tejidos, la RLT mejora la actividad mitocondrial, impulsa la producción de ATP y reduce el estrés oxidativo. Esto la hace especialmente beneficiosa para enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson.
La TOHB consiste en respirar oxígeno puro en un ambiente presurizado, saturando la sangre y los tejidos con oxígeno. Esta terapia promueve la cicatrización, reduce la inflamación y favorece la reparación celular.
Mientras que la terapia de reemplazo hormonal (RLT) se centra en la función mitocondrial y la neuroprotección localizada, la terapia hiperbárica hiperbárica (TOHB) aborda la inflamación sistémica y el aporte de oxígeno. Al combinarse, estas terapias ofrecen un enfoque holístico para el manejo de la enfermedad de Parkinson: